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domingo, 6 de marzo de 2022

¿Qué es la prediabetes y cómo se puede prevenir el riesgo de diabetes 2?

 Se trata de una afección en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal sin llegar a ser diabetes

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¿Qué es la prediabetes y cómo se puede prevenir el riesgo de diabetes 2?

¿Qué es la prediabetes y cómo se puede prevenir el riesgo de diabetes 2?

La prediabetes es una afección en la cual los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal, aunque todavía no llegan a niveles lo suficientemente altos como para que una persona sea diagnosticada de diabetes tipo 2, explican desde la División de Diabetes Aplicada del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud (CDC, por sus siglas en inglés).

 De este modo, las personas que padecen prediabetes tienen más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.

Así, en las personas que sufren prediabetes el daño a largo plazo de la diabetes ya ha comenzado. Pero llevando a cabo algunos cambios en el estilo de vida, es posible retrasar o prevenir la diabetes tipo 2.

Causas y síntomas de la prediabetes

Desde el CDC explican que el páncreas del ser humano produce una hormona llamada insulina, “que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía”.

En las personas que padecen prediabetes, las células del cuerpo no responden a la insulina de manera normal, por lo que, con la finalidad de que respondan, el páncreas produce más insulina que de normal.

Sin embargo, el páncreas no puede mantener el ritmo, por lo que los niveles de azúcar en la sangre suben y se crean unas condiciones en el cuerpo que desarrollan la prediabetes y aumentan el riesgo de diabetes tipo 2 en el futuro.

Según indican los expertos, se cree que “el sobrepeso y la falta de actividad física regular son factores importantes para el desarrollo de prediabetes”.

Pese a que la prediabetes no presenta muchos síntomas, uno de los más comunes puede ser el oscurecimiento de la piel en ciertas partes del cuerpo. Entre las áreas más afectadas se encuentran el cuello, las axilas, los codos, las rodillas y los nudillos.

Para saber si una persona padece prediabetes, el médico valora al paciente y realiza una sencilla prueba de azúcar en la sangre.

Por otro lado, para conocer si una persona que padece prediabetes ha pasado a sufrir diabetes tipo 2, es importante detectar los siguientes síntomas: aumento de la sed, micción frecuente, exceso de hambre, fatiga o visión borrosa.

¿Cómo es posible frenar el riesgo de sufrir diabetes 2?

Desde el Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud explican que una persona que padece prediabetes puede reducir el riesgo de diabetes 2 bajando un poco de peso y practicando actividad física de manera regular.

Respecto a la pérdida de peso, los expertos recalcan que, una persona que padece sobrepeso, debería bajar entre el 5 y el 7% de su peso corporal.

En cuanto al ejercicio físico, los profesionales del CDC recomiendan caminar rápidamente o hacer una actividad similar durante por lo menos 150 minutos a la semana, lo equivalente a 30 minutos al día, cinco días a la semana.

Además, para prevenir la diabetes de tipo 2 también se debe llevar a cabo una alimentación saludable y equilibrada, controlar la presión arterial y el colesterol y alejarse del tabaco.

Estos biomarcadores en sangre podrían predecir con años de antelación la diabetes tipo 2.

El estudio de los metabolitos permitiría una detección precoz y un tratamiento personalizado de la enfermedad.

La diabetes de tipo 2 surge por una utilización ineficaz de la insulina por el organismo. Se trata de una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Más de un 95 % de las personas con diabetes presentan la de tipo 2, que se debe en gran medida al exceso de peso y a la inactividad física, recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se trata de una enfermedad silenciosa: cuando se perciben sus síntomas, la enfermedad puede llevar años desarrollándose. La evolución puede derivar en ceguera, daño en los riñones, alteraciones en la sensibilidad de manos y pies e incluso amputación de extremidades, siendo una de las principales causas de muerte prematura.

Diabetes tipo 2: factores modificables o no

Se sabe que en la aparición de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) juegan un papel clave factores de riesgo no modificables, como la edad o la genética, y otros que sí pueden modificarse, como los factores ambientales o el estilo de vida.

Ahora, un estudio colaborativo de varios centros españoles, en el que participan investigadores e investigadoras del CIBER de Epidemiología y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid, confirma que algunos biomarcadores en sangre podrían predecir con años de antelación la aparición de diabetes asociada a estilos de vida no saludables.

Así, estos perfiles de metabolitos, detectables mucho antes de que surja la enfermedad, permitirían identificar a personas que podrían beneficiarse de un tratamiento intensivo del estilo de vida para prevenir la DM2.

“Sabemos que la diabetes es una enfermedad relacionada con el estilo de vida y que tiene además un componente hereditario” señala Mario Delgado-Velandia, investigador predoctoral de Epidemiología y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid y CIBERESP, primer autor de este artículo, publicado en International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity.

Papel de un estilo de vida saludable 

La dieta, la actividad física, el índice de masa corporal (IMC), el tabaquismo y el consumo de alcohol se han asociado con un mayor riesgo de sufrir la enfermedad. La investigación se centró en evaluar la asociación entre la adherencia a un estilo de vida saludable con los perfiles metabólicos y la incidencia de diabetes tipo 2. Para ello, se analizaron los datos de 1016 pacientes participantes en el Estudio Hortega (una cohorte representativa de la población de Valladolid con un seguimiento de 14 años).

Los investigadores observaron que cambios metabólicos tempranos relacionados con cinco estilos de vida (dieta, actividad física, fumar, consumo de alcohol e índice de masa corporal) podrían conducir a la diabetes tipo 2.

Estudiar los metabolitos de la sangre 

“En el cuerpo humano se producen miles de reacciones químicas a cada momento. En ellas intervienen pequeñas moléculas (metabolitos), organizadas en cadenas (vías metabólicas). Nuestros resultados indican que algunas de estas moléculas, como algunos lípidos, ácidos grasos, o los productos del metabolismo de las bacterias que tenemos en el sistema digestivo, explican hasta la mitad de los casos de diabetes que se evitan gracias al estilo de vida saludable”, señalan.

En su opinión, el estudio de los metabolitos “permitiría identificar precozmente a los individuos que podrían beneficiarse de intervenciones intensivas y personalizadas sobre el estilo de vida para prevenir la diabetes tipo 2, mejorando su calidad de vida y evitando las graves complicaciones de esta enfermedad”

Estos resultados, siguen, deben ser confirmados en otras poblaciones antes de incluirse en los protocolos de manejo y prevención de la diabetes tipo 2. Sin embargo, “sugieren que la determinación de algunos metabolitos puede ayudar a prevenir esta enfermedad, que es también es pandémica”.


Conozca Cuál es la vitamina que ayuda a regenerar los músculos

 ¿Cuál es la vitamina que ayuda a regenerar los músculos?

El tejido muscular es fundamental para que el cuerpo pueda realizar movimientos de contracción y relajación.

Las mejores vitaminas para regenerar los músculos

En general se conoce la importancia de aportar suficiente proteína en la comida para favorecer la regeneración de fibras musculares. 


Lo que no se considera tanto es que hay una serie de vitaminas y minerales que igualmente son imprescindibles para contrarrestar el desgaste físico.

Calcio

El calcio no solo se encarga de mantener los huesos y articulaciones, sino que también participa en la contracción del músculo.

Es por ello que su deficiencia suele provocar debilidad, pinchazos y espasmos.

Potasio

Al igual que el anterior, el potasio contribuye al correcto desempeño muscular, y su ingesta previene los calambres y la fatiga.

Además, hay que tener en cuenta que este mineral se pierde con el sudor junto a otros electrolitos. Es fundamental consumirlo en cantidades adecuadas para evitar que haya niveles bajos en sangre.

Vitamina D

El déficit de vitamina D se asocia con agotamiento y dolor de músculos, mientras que su consumo está relacionado con un mayor rendimiento físico en términos de fuerza.

Vitamina C

Una de las causas de las temidas agujetas (dolor muscular) es el estrés oxidativo derivado de la actividad muscular intensa. Es un poderoso antioxidante, por lo que puede ayudar a contrarrestar la acumulación de radicales libres y mejorar la recuperación post-entreno.

Silicio

El silicio, como la vitamina C, interviene en la creación de colágeno y elastina, constituyentes esenciales del tejido conectivo que sostiene y protege diferentes estructuras del cuerpo.

Por tanto, es un elemento clave para regenerar el tejido muscular y aliviar la sobrecarga.

Magnesio

El magnesio ha demostrado ser capaz de estimular la reparación de la musculatura y de reducir las molestias provocadas por los entrenamientos.

Así mismo, incrementa la síntesis de proteínas, lo que favorece la recuperación e incluso el desarrollo muscular.

¿Dónde se pueden encontrar?

Respuesta sencilla: en la alimentación. Llevar una nutrición sana y equilibrada es el principal ingrediente que requieren los músculos para su funcionamiento. No olvide de estos alimentos:

Lácteos: Son conocidos por su contenido en calcio, mineral que también puedes conseguir de las sardinas o las almejas.

Plátanos: Seguro que sabes qué aportan: ¡potasio! Aunque hay otras fuentes casi mejores, como los pistachos, el aguacate o la soja.

Pescados grasos como el salmón o el atún, que vienen cargados de vitamina D: Recuerda que tomar el sol es la mayor vía de obtención de este micronutriente.

Kiwis, pimiento rojo dulce, naranjas y brócoli: Tienen una gran cantidad de vitamina C.

Cereales integrales, como la avena, y otros alimentos con silicio.

Espinacas, almendras, nueces y legumbres. Son ricas en magnesio.

Para exigentes: en la suplementación natural

Existen multitud de complementos que permiten darle un empujoncito a la reparación de la musculatura cuando no basta con la alimentación.

El consumo de vitamina D impulsa la absorción de calcio de los alimentos y, fortalece los huesos.

El tejido muscular es clave para el organismo, pues cumple funciones tan importantes como facilitar el movimiento del esqueleto y los órganos internos, así como del corazón.

Este tejido es el que permite que todos los músculos y órganos del organismo ejerzan los movimientos fundamentales de contracción y relajación. Actúa como un importante estabilizador de la posición corporal y funciona al mismo tiempo como regulador del equilibrio y del control motor, con lo que ayuda a mantener una postura corporal erguida, precisa el portal Mejor con Salud.

De igual forma, es un facilitador de sustancias por el cuerpo, ya que a través de éste pueden desplazarse y transportarse componentes indispensables para la vida humana, a la vez que desempeña una función como generador de calor, lo que posibilita que la temperatura corporal se mantenga estable.

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Sin embargo, el tejido muscular se puede ver afectado por muchas razones, como sufrir una lesión, seguir una dieta poco sana, padecer alguna enfermedad que debilite o ataque a las células, entre otros problemas de salud.

Una de las mejores formas para regenerar y fortalecer el tejido muscular de forma natural es con la alimentación, la cual debe ser rica en nutrientes y vitaminas. Por ello, para mantenerlo sano y en buenas condiciones es importante aplicar cambios en los hábitos de vida.

No obstante, es importante el consumo de vitamina D, el cual, de acuerdo con el portal AS, es un micronutriente que requiere el cuerpo, pues impulsa la absorción de calcio de los alimentos, y fortalece los huesos.

No obstante, muchas personas tienen un déficit en las cantidades recomendadas, lo que puede llevar a que haya raquitismo en los niños y de osteomalacia en los adultos.

No obstante, un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos reveló que esta vitamina es esencial para la musculatura esquelética, lo que ayuda a que se repare y a la hipertrofia.

Incluso, otros estudios muestran una mejora en la fuerza muscular por medio de la suplementación con este micronutriente.

Así mismo, estos son algunos de los alimentos que pueden ayudar en la recuperación y regeneración del tejido muscular.

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1. Zanahorias o albaricoques: estos dos alimentos son ricos en vitamina A, que es clave para regenerar los tejidos. Este nutriente contiene un tipo de antioxidante que se conoce como betacaroteno y que resulta eficaz para la regulación de células que trabajan en los tejidos musculares y mantenerlas saludables.

La recomendación es incluir esta vitamina en la dieta diaria para que los tejidos musculares, tejidos blandos como las mucosas e incluso los huesos se mantengan saludables. Otros alimentos como lechuga, espinacas, coles, calabaza, melón y mango también contienen importantes cantidades de vitamina A.

2. Ricos en vitamina C: Todos los alimentos con altos contenidos de vitamina C son importantes para proveerle beneficios al organismo. Uno de ellos es la producción de sustancias como el colágeno. Esta vitamina también ayuda a mejorar la capacidad del tejido conectivo y a regenerar y fortalecer los vasos sanguíneos, lo que beneficia la circulación y ayuda a reparar más eficazmente el miocardio. Algunos alimentos que contienen vitamina C son los cítricos, como la naranja, la mandarina y el limón, además de otras frutas como el kiwi.

3. Verduras de hojas verdes: este tipo de alimentos son esenciales para la obtención de vitamina D y, por lo tanto, fortalecen mucho los tejidos musculares. El miocardio, por ejemplo, se beneficia con estos nutrientes que lo ayudan a mantenerse sano y saludable, asegura el portal Cardioteca.

4. Acelga: las acelgas son de las mejores verduras de hoja verde para la regeneración de los músculos. Contienen ácido fólico, calcio, hierro y vitamina K, entre otras propiedades. Esta última es esencial para mejorar la coagulación de la sangre, frenando las hemorragias y facilitando el proceso de cicatrización de los tejidos dañados. Además de ayudar a que los tejidos de los órganos como el páncreas o el sistema digestivo se conserven saludables. Una función similar cumple el brócoli y la coliflor.

5. Aceite de oliva: luego de sufrir alguna enfermedad cardiovascular, una de las cosas que más recomiendan los especialistas es disminuir las cantidades de colesterol malo en el cuerpo. En este proceso el aceite de oliva es clave, sobre todo el extra virgen, que se caracteriza por ser una grasa insaturada, que facilita la obtención de nutrientes y la generación del colesterol bueno.

Análisis científicos han determinado que el aceite de oliva virgen y el extra virgen son fuente de un compuesto denominado oleocanthal que tiene potentes efectos antiinflamatorios, lo que ayuda a la recuperación de los tejidos.

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6. Pescado azul: la publicación española de bienestar y vida sana Vitonica señala que tanto el pescado azul fresco como el aceite de pescado, puede reducir la inflamación como se ha probado en personas con artritis reumatoidea. Su efecto antiinflamatorio se debe a su contenido en omega 3, que permitiría aminorar el dolor y favorecer la recuperación del tejido muscular.