El tejido muscular es
fundamental para que el cuerpo pueda realizar movimientos de contracción y
relajación.
Las mejores vitaminas
para regenerar los músculos
En general se conoce la importancia
de aportar suficiente proteína en la comida para favorecer la regeneración de
fibras musculares.
Lo que no se considera
tanto es que hay una serie de vitaminas y minerales que igualmente son
imprescindibles para contrarrestar el desgaste físico.
Calcio
El calcio no solo se
encarga de mantener los huesos y articulaciones, sino que también participa en
la contracción del músculo.
Es por ello que su
deficiencia suele provocar debilidad, pinchazos y espasmos.
Potasio
Al igual que el anterior,
el potasio contribuye al correcto desempeño muscular, y su ingesta previene los
calambres y la fatiga.
Además, hay que tener en
cuenta que este mineral se pierde con el sudor junto a otros electrolitos. Es
fundamental consumirlo en cantidades adecuadas para evitar que haya niveles
bajos en sangre.
Vitamina D
El déficit de vitamina D
se asocia con agotamiento y dolor de músculos, mientras que su consumo está
relacionado con un mayor rendimiento físico en términos de fuerza.
Vitamina C
Una de las causas de las
temidas agujetas (dolor muscular) es el estrés oxidativo derivado de la
actividad muscular intensa. Es un poderoso antioxidante, por lo que puede
ayudar a contrarrestar la acumulación de radicales libres y mejorar la
recuperación post-entreno.
Silicio
El silicio, como la
vitamina C, interviene en la creación de colágeno y elastina, constituyentes
esenciales del tejido conectivo que sostiene y protege diferentes estructuras
del cuerpo.
Por tanto, es un elemento
clave para regenerar el tejido muscular y aliviar la sobrecarga.
Magnesio
El magnesio ha demostrado
ser capaz de estimular la reparación de la musculatura y de reducir las
molestias provocadas por los entrenamientos.
Así mismo, incrementa la
síntesis de proteínas, lo que favorece la recuperación e incluso el desarrollo
muscular.
¿Dónde se pueden
encontrar?
Respuesta sencilla: en la
alimentación. Llevar una nutrición sana y equilibrada es el principal
ingrediente que requieren los músculos para su funcionamiento. No olvide de
estos alimentos:
Lácteos: Son conocidos
por su contenido en calcio, mineral que también puedes conseguir de las
sardinas o las almejas.
Plátanos: Seguro que
sabes qué aportan: ¡potasio! Aunque hay otras fuentes casi mejores, como los
pistachos, el aguacate o la soja.
Pescados grasos como el
salmón o el atún, que vienen cargados de vitamina D: Recuerda que tomar el sol
es la mayor vía de obtención de este micronutriente.
Kiwis, pimiento rojo
dulce, naranjas y brócoli: Tienen una gran cantidad de vitamina C.
Cereales integrales, como
la avena, y otros alimentos con silicio.
Espinacas, almendras,
nueces y legumbres. Son ricas en magnesio.
Para exigentes: en la
suplementación natural
Existen multitud de
complementos que permiten darle un empujoncito a la reparación de la
musculatura cuando no basta con la alimentación.
El consumo de vitamina D
impulsa la absorción de calcio de los alimentos y, fortalece los huesos.
El tejido muscular es
clave para el organismo, pues cumple funciones tan importantes como facilitar
el movimiento del esqueleto y los órganos internos, así como del corazón.
Este tejido es el que
permite que todos los músculos y órganos del organismo ejerzan los movimientos
fundamentales de contracción y relajación. Actúa como un importante
estabilizador de la posición corporal y funciona al mismo tiempo como regulador
del equilibrio y del control motor, con lo que ayuda a mantener una postura
corporal erguida, precisa el portal Mejor con Salud.
De igual forma, es un
facilitador de sustancias por el cuerpo, ya que a través de éste pueden
desplazarse y transportarse componentes indispensables para la vida humana, a
la vez que desempeña una función como generador de calor, lo que posibilita que
la temperatura corporal se mantenga estable.
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cuatro consejos que dan los expertos
Sin embargo, el tejido
muscular se puede ver afectado por muchas razones, como sufrir una lesión,
seguir una dieta poco sana, padecer alguna enfermedad que debilite o ataque a
las células, entre otros problemas de salud.
Una de las mejores formas
para regenerar y fortalecer el tejido muscular de forma natural es con la
alimentación, la cual debe ser rica en nutrientes y vitaminas. Por ello, para
mantenerlo sano y en buenas condiciones es importante aplicar cambios en los
hábitos de vida.
No obstante, es
importante el consumo de vitamina D, el cual, de acuerdo con el portal AS, es
un micronutriente que requiere el cuerpo, pues impulsa la absorción de calcio
de los alimentos, y fortalece los huesos.
No obstante, muchas
personas tienen un déficit en las cantidades recomendadas, lo que puede llevar
a que haya raquitismo en los niños y de osteomalacia en los adultos.
No obstante, un estudio
publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos reveló
que esta vitamina es esencial para la musculatura esquelética, lo que ayuda a
que se repare y a la hipertrofia.
Incluso, otros estudios
muestran una mejora en la fuerza muscular por medio de la suplementación con
este micronutriente.
Así mismo, estos son
algunos de los alimentos que pueden ayudar en la recuperación y regeneración
del tejido muscular.
Cebolla: estas son las
milagrosas propiedades curativas que no son tan conocidas
1. Zanahorias o
albaricoques: estos dos alimentos son ricos en vitamina A, que es clave para
regenerar los tejidos. Este nutriente contiene un tipo de antioxidante que se
conoce como betacaroteno y que resulta eficaz para la regulación de células que
trabajan en los tejidos musculares y mantenerlas saludables.
La recomendación es
incluir esta vitamina en la dieta diaria para que los tejidos musculares,
tejidos blandos como las mucosas e incluso los huesos se mantengan saludables.
Otros alimentos como lechuga, espinacas, coles, calabaza, melón y mango también
contienen importantes cantidades de vitamina A.
2. Ricos en vitamina C:
Todos los alimentos con altos contenidos de vitamina C son importantes para
proveerle beneficios al organismo. Uno de ellos es la producción de sustancias
como el colágeno. Esta vitamina también ayuda a mejorar la capacidad del tejido
conectivo y a regenerar y fortalecer los vasos sanguíneos, lo que beneficia la
circulación y ayuda a reparar más eficazmente el miocardio. Algunos alimentos
que contienen vitamina C son los cítricos, como la naranja, la mandarina y el limón,
además de otras frutas como el kiwi.
3. Verduras de hojas
verdes: este tipo de alimentos son esenciales para la obtención de vitamina D
y, por lo tanto, fortalecen mucho los tejidos musculares. El miocardio, por
ejemplo, se beneficia con estos nutrientes que lo ayudan a mantenerse sano y
saludable, asegura el portal Cardioteca.
4. Acelga: las acelgas
son de las mejores verduras de hoja verde para la regeneración de los músculos.
Contienen ácido fólico, calcio, hierro y vitamina K, entre otras propiedades.
Esta última es esencial para mejorar la coagulación de la sangre, frenando las
hemorragias y facilitando el proceso de cicatrización de los tejidos dañados.
Además de ayudar a que los tejidos de los órganos como el páncreas o el sistema
digestivo se conserven saludables. Una función similar cumple el brócoli y la
coliflor.
5. Aceite de oliva: luego
de sufrir alguna enfermedad cardiovascular, una de las cosas que más
recomiendan los especialistas es disminuir las cantidades de colesterol malo en
el cuerpo. En este proceso el aceite de oliva es clave, sobre todo el extra
virgen, que se caracteriza por ser una grasa insaturada, que facilita la
obtención de nutrientes y la generación del colesterol bueno.
Análisis científicos han
determinado que el aceite de oliva virgen y el extra virgen son fuente de un
compuesto denominado oleocanthal que tiene potentes efectos antiinflamatorios,
lo que ayuda a la recuperación de los tejidos.
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6. Pescado azul: la
publicación española de bienestar y vida sana Vitonica señala que tanto el
pescado azul fresco como el aceite de pescado, puede reducir la inflamación
como se ha probado en personas con artritis reumatoidea. Su efecto
antiinflamatorio se debe a su contenido en omega 3, que permitiría aminorar el
dolor y favorecer la recuperación del tejido muscular.