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miércoles, 31 de mayo de 2017

Importancia de la dieta en la diabetes



Como ya es del conocimiento de todos los que me han seguido y los que están documentados con los por menores sobre el trastorno entendemos que una buena alimentación es una de las herramientas indispensables para el control de una enfermedad como la diabetes. La dieta ideal para el paciente diabético es aquella que se ajusta a las necesidades, gustos, nivel de actividad física y estilo de vida de cada uno.
Las recomendaciones de la dieta para un paciente diabético no difieren de la dieta para la población general, excepto en la necesidad de repartir la toma de los hidratos de carbono a lo largo del día y en el número de tomas.
Es recomendable que el paciente comprenda su dieta y los principios en los que se basa, para que sea capaz de diseñar sus propios menús y de tomar decisiones importantes respecto a su alimentación. Cuando el profesional le diseñe una dieta, el paciente diabético puede y debe realizarla libremente planificada, una vez ha recibido las directrices adecuadas. De esta manera va a poder intercambiar diariamente unos alimentos por otros para confeccionarse el menú adecuado a sus posibilidades.
Los objetivos básicos que debe cumplir una dieta en la diabetes son:
  • Ser nutricionalmente completa (dieta equilibrada).
  • Mantener o acercar el peso al ideal.
  • Contribuir a normalizar los niveles de glucemia.
  • Atenuar el riego cardiovascular (niveles de lípidos y tensión arterial).
  • Contribuir a mejorar el curso de las complicaciones que puedan presentarse.
  • Adaptarse a los gustos de los pacientes.
 Nutrición y diabetes
Una buena alimentación es una herramienta indispensable para el buen control de una enfermedad como la diabetes. La dieta de un diabético debe ir enfocada a ayudarle a normalizar sus niveles de glucemia.
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo es incapaz de usar y almacenar apropiadamente la glucosa, lo que provoca su permanencia en sangre en cantidades superiores a las normales. Esta circunstancia altera, en su conjunto, el metabolismo de los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas.
Los dos tipos más frecuentes de diabetes son: la tipo 1 y la diabetes de tipo 2.
Los síntomas, entre otros, que pueden aparecer son: sed, aumento de la cantidad de orina, aumento del apetito, picores, infecciones o enfermedades cardiovasculares asociadas.
Para controlarlos, el tratamiento de la diabetes se basa en seis pilares fundamentales:
  • Plan de alimentación.
  • Plan de ejercicio físico.
  • Medicación.
  • Hábitos generales de higiene.
  • Plan de autocontrol.
  • Controles periódicos.
Consejos de alimentación para el diabético
En la diabetes es importante equilibrar la porción de nutrientes.
Llevar una alimentación saludable es una de las claves en el control del paciente diabético. Aquí tienes algunos consejos muy útiles para lograrlo:

Controlar el nivel de glucosa en sangre

Cuando se ingieren alimentos con un índice glucémico alto, en el organismo se aumenta muy rápido el nivel de glucosa en sangre, como consecuencia se segrega insulina en cantidades elevadas; las células no pueden quemar tanta glucosa y el metabolismo de las grasas se activa. Esta glucosa se transforma en grasa, que se almacenará posteriormente en el tejido adiposo. La insulina que habíamos conseguido segregar, tras dos o tres horas, utiliza toda la glucosa y llegamos a la hipoglucemia, sintiendo la necesidad de comer de nuevo.
Por tanto, se van a preferir alimentos que contengan un índice glucémico bajo, y siendo preferentes los azúcares simples, en la medida de lo posible. Se recomienda el consumo de cereales integrales y alimentos rico en fibra.

Mantener un peso adecuado

Se aconseja seleccionar alimentos saludables y mantenerse físicamente activo, para evitar el sobrepeso y la obesidad.

Equilibrar la proporción de nutrientes

La relación óptima en el aporte de nutrientes es 65% carbohidratos, 15% de  proteínas y 30% de grasas.
Además, la alimentación debe de aportar una cantidad adecuada de nutrientes esenciales como las vitaminas y los minerales, ácidos grasos esenciales, etcétera. Debe tratarse de un proyecto individualizado a las necesidades de cada persona, sus preferencias y estilo de vida.

Hay que conseguir un nivel de lípidos en sangre adecuados

Los diabéticos por su metabolismo, son uno de los principales grupo de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, hay que tratar de cocinar con menos grasa y limitar el consumo de alimentos que son altos en grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol.

Tratar de consumir los alimentos frescos y evitar los alimentos procesados

Es preferible consumir frutas frescas, cereales o verduras frescas, que alimentos procesados como bollería industrial, comidas preparadas, conservas…
Disminuir o eliminar de su dieta la cantidad de alimentos ricos en grasa como embutidos, mantequilla, aderezos de ensalada, grasa de cerdo, etcétera.

Comer cinco veces al día

Las proporciones de las comidas deben ser más pequeñas, para ello por ejemplo se puede usar platos más pequeños.
Mantener el equilibrio de glucosa en sangre, repartiendo la alimentación diaria a ser posible en cuatro o cinco comidas.
Es importante realizar la comida siempre a la misma hora, evitando omitir comidas y siguiendo el plan alimenticio lo mejor que se pueda.
Masticar despacio.
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Cuidar los riñones

El riñón suele ser un órgano afectado en los diabéticos, ya que éste hace un sobreesfuerzo cuando hay ausencia de insulina, por lo que el exceso de sodio puede llegar a ser peligroso.
Cocinar con menos sal y disminuir los alimentos con alto contenido en sodio.
Limitar la ingesta de alimentos altos en azúcares, tales como bebidas con sabor a frutas, refrescos carbonatados, té o café endulzados con azúcar…
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.

Consumir alimentos ricos en fibra

Entre ellos destacan los cereales, la avena, el arroz integral, etcétera. Los alimentos ricos en fibra ralentizan el paso de la comida a través del estómago y el intestino, disminuyendo la absorción de los hidratos de carbono.

Practicar ejercicio físico

La práctica del ejercicio físico constituye un elemento imprescindible junto con la dieta y la medicación. Mejora:
  • La sensibilidad de la insulina.
  • Las cifras de tensión arterial.
  • La reducción de peso.
  • El perfil lipídico.
  • La función cardiovascular.
  • Sensación de bienestar.
Control de la glucosa en la diabetes
Uno de los factores que más va a afectar en la glucosa va a ser la cantidad de hidratos de carbono que consuma en cada ingesta. Si cada día consume diferentes cantidades, la glucosa oscilará. Por ello, uno de los objetivos principales es que el plan de alimentación se centre en que en las comidas diarias se mantenga siempre la misma cantidad de hidratos de carbono. Para esto se utilizan tablas de equivalencia de diferentes grupos de alimentos.
La cifra de glucosa en sangre se considera normal cuando es menor de 110 mg/dl. Hablamos de diabetes si:
  • La glucemia en ayunas en plasma venoso es mayor o igual a 126 mg/dl al menos en dos ocasiones.
  • Se presentan los síntomas de diabetes y una glucemia al azar en plasma venoso mayor o igual a 200 mg/dl;  aunque no se esté en ayunas, no haría falta una segunda prueba.
  • La glucemia en plasma venoso a las dos horas de la prueba de sobrecarga oral, mayor o igual a 200 mg/dl.
La sobrecarga oral es una prueba diagnóstica que consiste en administrar una dosis de glucosa de 75 g en agua, con la posterior extracción de sangre en diferentes tiempos (0 min., 30 min., 60 min., etc), determinando así el nivel de glucosa en sangre.
Endulzar la vida sin azúcar es posible; gracias a edulcorantes como la stevia, que es 100% natural y 30 veces más dulce que la sacarosa, nuestros platos pueden adquirir ese sabor dulzón que tanta gente necesita y, lo mejor de todo, aportando casi ninguna caloría, y controlando los niveles de azúcar en sangre. Se convierte, de este modo, en el aditivo perfecto para todos y, muy especialmente, para las personas con diabetes.
Pero, ¿cómo logra la stevia ser tan sumamente dulce y ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre? Si bien estas dudas estaban hasta ahora sin responder, expertos de la Universidad de Leuven (Bélgica), en colaboración con especialistas de la Universidad de Oxford (Reino Unido), han descubierto el mecanismo que lo hace posible.

La stevia estimula las proteínas encargadas de percibir el sabor

Tras realizar experimentos en ratones, los expertos comprobaron que la clave está en la estimulación de las proteínas TRPM5, es decir, aquellas que se encuentran en las células gustativas y en el intestino, y que son las encargadas de enviar al cerebro los mensajes gustativos. Los especialistas se percataron de que los componentes activos del extracto de este edulcorante, el esteviósido y el rebaudiosido, potencian las proteínas TRPM5 y, por tanto, aumentan la capacidad de la lengua para percibir el gusto dulce, amargo y umami (sabroso).
Asimismo, también observaron que al estimular estas proteínas TRPM5, también se consigue que el páncreas libere la insulina correcta, por lo que evita niveles altos de azúcar en la sangre y, por ende, puede prevenir el desarrollo de enfermedades como la diabetes tipo 2, una patología asociada a malos hábitos de vida, y provocada por la liberación insuficiente de insulina por parte del páncreas.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores separaron a los ratones en dos grupos. Si bien en ambos casos recibieron una dieta rica en grasa, solo a uno de los dos grupos se le administró también una dosis diaria de stevia. Lo que observaron fue que, transcurrido el tiempo, aquellos ratones que no habían recibido la dosis de stevia diaria habían desarrollado diabetes tipo 2, mientras que el porcentaje de esta enfermedad fue inferior en aquellos que sí habían consumido stevia. Además, también descubrieron que aquellos roedores que no presentaban las proteínas TRPM5 también desarrollaban diabetes tipo 2, aunque hubieran consumido diariamente este edulcorante.
Si bien los resultados de este estudio son alentadores, y podrían suponer el desarrollo de nuevos tratamientos para controlar e incluso prevenir la diabetes, Koenraad Philippaert, uno de los investigadores principales de la Universidad de Leuven, advierte de que aún faltan estudios para corroborar estos resultados en humanos.

domingo, 21 de mayo de 2017

Que té tomar de acuerdo al malestar o dolencia



 En esta infografía podemos ver que tipos de tés usar para cada caso concreto:
   Desde tiempos inmemoriales el té ha sido considerado en oriente como un remedio natural con numerosos beneficios para la salud, la felicidad o la sabiduría. Sin embargo, ha sido en la actualidad cuando las investigaciones occidentales han comenzado a determinar las propiedades saludables y usos de los diferentes tipos de té.
El té es una de las bebidas mas saludables existentes, dado que está repleta de nutrientes y antioxidantes sumamente beneficiosos para el organismo. Esto incluye la mejora de la función cerebral, la pérdida de grasa, un menor riesgo de cáncer y muchos otros beneficios increíbles, como por ejemplo:
1.    Mejora la salud del corazón. El té es capaz de mantener las arterias flexibles y libres de obstrucciones, lo cual reduce el riesgo de padecer ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
2.   Es bueno para los huesos. Se cree que los múltiples fitoquímicos presentes en el té pueden ser los responsables de sus beneficios para con los huesos. De hecho, en un estudio reciente se comprobó que las personas que habían bebido té durante 10 o más años tenían los huesos más fuertes que las que no lo hacían.
3.   Refuerza las defensas. Un reciente estudio científico de la Universidad de Harvard, ha mostrado como una sustancia presente en el té, la L-teanina, es capaz de combatir posibles ataques virales y bacteriológicos, fortaleciendo de esta manera las defensas del cuerpo.
4.   Contiene menos cafeína que el café. Una taza de té contiene apenas 30 o 40 mg de cafeína, mientras que una taza de café ronda los 135 mg. Por tanto es mejor para las personas que no toleran bien la cafeína o que padecen trastornos del sueño y nerviosismo.
5.   Protege contra el cáncer. Lo que se debe a su alto contenido en antioxidantes y polifenoles, excelentes nutrientes para proteger al cuerpo contra este tipo de enfermedades.
6.   Favorece la salud bucal. Aunque pueda sonar raro, el té contiene taninos y fluoruro, sustancias capaces de mantener a raya la placa bacteriana que se acumula en los dientes. Eso si, para que esto se cumpla debemos consumir té ningún tipo de azúcar añadido.
7.   Los siempre importantes antioxidantes. Por último, pero seguramente la mayor ventaja del té, es que está cargado de antioxidantes, sustancias capaces de proteger a nuestro cuerpo de los temidos radicales libres, los cuales penetran en la células provocando mutaciones (que pueden derivar en enfermedades como el cáncer) y envejecimiento prematuro. Además por su poder antioxidante es un gran aliado contra las infecciones de todo tipo, incluidas las bacterianas, por lo que es un gran aliado para eliminar enfermedades de la piel como puede ser un orzuelo o el acné.
8.   Ahora bien, debemos tener en cuenta que una taza de té preparado como infusión, apenas contiene un par de calorías, mientras que una bebida de té azucarada (refresco de té) está cargada de calorías adicionales, lo cual sin duda acaba con los beneficios del té. Por eso es recomendable consumir las diferentes variantes de té solo como infusión.