Una alimentación
adecuada, ejercicio físico y la utilización de fármacos. Para su tratamiento es
fundamental que las personas aprendan a manejarla de forma correcta con el
objetivo de tener una buena calidad de vida y evitar posibles complicaciones.
Mercedes Galindo, asesora
de la Fundación para la Diabetes, nos ofrece una serie de recomendaciones para
mantener un óptimo control y que las personas con diabetes puedan disfrutar de
su día a día con normalidad:
1. Aprender a convivir
con la diabetes
Es importante conocer qué
es la diabetes, los principales cuidados y realizar los cambios necesarios para
el buen control. La persona con diabetes y sus familiares deben recibir
educación diabetológica y apoyo emocional. Destacando la importancia del rol
del educador en diabetes y la apuesta por la educación de la persona como
herramienta indispensable para facilitar el autocuidado, la adherencia al
tratamiento y el control metabólico.
2. Adaptar la alimentación
La alimentación es una
parte fundamental del control de la diabetes y contribuye a retrasar o evitar
la aparición de complicaciones. La alimentación de la persona con diabetes es
similar a la de cualquier persona: deben repartirse los alimentos a lo largo
del día, es decir, realizar entre 3 a 5 tomas según características personales
y pauta de tratamiento (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena),
evitando comidas con una alta cantidad de hidratos de carbono o bien que sean
de absorción rápida, ya que elevan la glucosa de forma considerable. El cuidado
de la alimentación forma parte de su tratamiento, por lo tanto, no se puede
hablar de tipos de alimentos y cantidades sin hablar también de la actividad
física que realiza, los medicamentos que toma o si padece o no otras
enfermedades como colesterol o hipertensión. En definitiva, es un conjunto de
factores que deben considerarse globalmente y que hacen que cada persona con
diabetes tenga una dieta única y personalizada, que debe ser confeccionada con
el apoyo del equipo sanitario.
3. Mantener una
hidratación adecuada
Las personas con diabetes
tienen un mayor riesgo de deshidratación porque un nivel elevado de glucosa en
sangre provoca que los riñones intenten eliminarla en forma de orina. Por esta
razón, las personas con diabetes suelen tener más sed cuando se produce una
hiperglucemia. El agua debe ser la base de la hidratación de una persona con
diabetes. Existen otras bebidas que ayudan a mejorar la hidratación como zumos
naturales o sin azúcares añadidos, refrescos “light” o “cero” que contienen
edulcorantes en lugar de azúcar y por lo tanto no aumentan la glucemia, bebidas
para deportistas o infusiones, pero siempre de forma ocasional.
4. Practicar ejercicio de
forma regular
La práctica de ejercicio
físico es uno de los pilares fundamentales del tratamiento de la diabetes y
previene las complicaciones asociadas. Sus beneficios se producen a muchos
otros niveles: mejora las cifras de tensión arterial, de colesterol y la
función cardiovascular. El tipo de ejercicio y la intensidad debe adaptarse a
la edad y la condición física de cada persona con diabetes.
5. Realizar controles de
glucosa con frecuencia y de forma estructurada
El análisis de los
niveles de glucosa en sangre realizado por la propia persona o un familiar
permite conocer las cifras de glucemia en cualquier momento y detectar posibles
complicaciones agudas, hipoglucemias (bajadas de glucosa) o hiperglucemias
(subidas de glucosa). Se recomienda realizar entre 5 y 6 controles al día,
antes de cada comida y antes de ir a dormir para disponer de información y
ajustar la pauta de insulina o del tratamiento en general, si fuera necesario.
Si se practica ejercicio, se recomienda realizar un análisis antes del inicio
de la actividad, alguna medición extra mientras se practica ejercicio de larga
duración, así como una vez acabado.
6. Actuar rápido ante una
hipoglucemia
Es habitual que durante
una hipoglucemia se coma de forma descontrolada y con gran voracidad. Ello
conlleva una ingesta total de hidratos de carbono superior a los gramos
indicados, que suele ser la causa de un rebote o hiperglucemia en las horas
posteriores.
7. Evitar las
complicaciones de la diabetes.
Es importante mantener
las cifras de glucosa en sangre en el nivel óptimo antes y después de las
comidas. Igualmente, es necesario controlar la presión arterial y los niveles
de colesterol.
8. Realizar revisiones
oftalmológicas.
Es fundamental que las
personas con diabetes realicen revisiones periódicas especialmente del estado
de la retina para prevenir, detectar y tratar con éxito cualquier tipo de
complicación.
9. Cuidar los pies
Las personas con diabetes
pueden presentar alteraciones de la sensibilidad y de la circulación. Es
importante realizar una inspección diaria de los pies comprobando la ausencia
de lesiones y visitar con regularidad al podólogo.
10. Ser adherente con la
medicación.
La medicación es una
parte del tratamiento que junto a la alimentación y el ejercicio son pilares
fundamentales, por eso es preciso pactar y seguir las recomendaciones que junto
a profesionales sanitarios se prescriban. La insulina es la base farmacológica
en el tratamiento de la diabetes tipo 1, y distintos fármacos orales y/o
insulina en la diabetes tipo 2.
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