El hígado se podría decir que es la “Depuradora” de
nuestro cuerpo. Como las depuradoras, filtra los tóxicos que circulan por
nuestro cuerpo y se deshace de las toxinas tanto si se encuentran en la sangre,
si los has ingerido por error (intoxicación) si te los han suministrado
erróneamente tras un diagnóstico equivocado administrándole antibiótico cuando
realmente era contraproducente y por ende el hígado se ve obligado a trabajar
en exceso, todo el sistema se desequilibra y por lo tanto la salud se deteriora
y enfermas.
El Hígado
también se encarga de la descomposición y asimilación de las grasas y las
proteínas que ingerimos con los alimentos, a partir de la bilis.
Si el hígado
no funciona correctamente quiere decir que la depuradora principal de nuestro cuerpo
no funciona correctamente y por lo tanto tampoco podremos absorber los
nutrientes de los alimentos que ingerimos y…enfermamos.
Principalmente
los órganos que se ven directamente afectados por un mal funcionamiento del
hígado son: los ojos, el corazón, el cerebro, las gónadas, las articulaciones,
y el riñón. Todas ellas dependen del buen funcionamiento del hígado. (Unos ojos
amarillentos nos indican que el hígado no anda muy bien….)
Alimentos
que son adecuados para la limpieza del hígado.
El Ajo que
activan las enzimas hepáticas. Tomar un combinado de zumo de limón, con
jengibre, ajo, aceite y algunos le añaden zumo de naranja o zumo de Pomelo que
también es rico en vitamina C y antioxidantes (limpiadores del hígado).
Tras cada
comida una taza de Té de hierbas: Regaliz, Fenogreco, Lino, Menta y Jengibre
Comida:
vegetales variados (es muy importante la variación) sobre todo los de hoja
verde (Rúcula, Achicoria, Espinacas.. se puede añadir sésamo para aportar una
cantidad adicional de Calcio ya que las espinacas por ejemplo tienden a
capturar el Calcio en forma de oxalatos, ya que neutralizan los metales pesados
y eliminar pesticidas.
En las
ensaladas también se pueden añadir Aguacates que aportan energía y además como
en el caso de las nueces y la cúrcuma protegen al hígado contra la sobrecarga
de toxinas y ayudan a la capacidad de limpieza del mismo.
La Cúrcuma
incluso ayuda a regenerar las células del hígado (el tejido hepático)
Evitar tomar
cereales ya que dejan residuos en su metabolismo que el hígado debiera limpiar.
El único cereal que no deja residuos y no da trabajo al hígado es el Mijo. (El
mijo es el único cereal que alcaliniza)
Evitar tomar
carne y pescado ya que todos sabemos la cantidad de residuos y toxinas que
quedan en el cuerpo tras su metabolización y esto le daría mucho trabajo al
hígado.
Las grasas
que son indispensables para el sistema nervioso se aportan con el aceite de
oliva y con aguacates.
Cocina sin
sal añadida. De esta manera ayudas a dilatar los conductos biliares para
favorecer la limpieza.
Vas a tomar
solo verduras frutas frescas, frutos secos y grasas poliinsaturadas (aceite de
oliva y aguacate).
Debes
evitar: café, chocolates, pasteles (azúcar blanca), pan (tanto de harina blanca
como integral)
Las personas
que suelen tomar café y lo dejan en la dieta esos tres primeros días pueden
sufrir de dolores de cabeza.
Además
puedes tomar para ayudar a tu hígado. Ves a la para farmacia, herbolario, etc.…
de tu zona y compra:
Cardo
mariano: uno de los mejores remedios para el hígado (conocido como guardián del
hígado), puedes beneficiarte de esta hierba en ensaladas (cruda y tierna) o en
infusión. Ayuda a sanar hígado y vesícula, desintoxica, protege y reduce
inflamaciones del hígado, además de ayudarlo a reparar tejidos dañados y
eliminar venenos biológicos. Cuando el hígado no elimina o neutraliza
sustancias dañinas el hígado se daña y deteriora. El cardo mariano previene y
ayuda al hígado a eliminar estas sustancias además de que lo protege contra sus
agresiones, resguarda al hígado de drogas, alcohol, hongos venenosos,
sustancias perjudiciales, etc., ayuda a eliminar exceso de hierro que daña el
hígado y es un potente antioxidante que lo repara y regenera, además de que
protege contra la diabetes, lo desinflama, baja el colesterol nocivo y estimula
sus funciones vitales. Toma una dosis de 250mg al día para proteger el hígado y
combatir diabetes y otros daños hepáticos.
Diente de
León: un fuerte depurador sanguíneo, ideal para descongestionar el hígado, un
tónico general para el cuerpo con propiedades antiinflamatorias, laxantes y
reparadoras. Es un tónico amargo y vesicular. Consume esta planta en ensaladas
frescas o en polvo (mezclado con zumos) o infusión. La dosis varía alrededor de
500 y 2000 mg al día, según la dolencia. Una cura con diente de león es beber 3
tazas al día pero no junto con las comidas sino 30 minutos después de comer.
Alcachofa:
tónico amargo con propiedades protectoras y regenerativas del hígado, depura la
sangre y ayuda a mejorar las digestiones, combatir urticaria, alergias, acidez,
gases, mareos, fatiga sin saber porqué, hinchazón abdominal, etc., síntomas de
un hígado en mal funcionamiento. Previene hepatitis, insuficiencia hepática y
problemas como diabetes, excelente para bajar de peso y eliminar colesterol
nocivo y a bajar azúcar de la sangre. Además, posee propiedades que estimulan
la producción de bilis y drena la vesícula, por lo que previene y combate la
formación de piedras vesiculares. La mejor forma de consumir la alcachofa es
comerla en ensaladas, bien limpia y cocinada con un poco de sal. Se debe rascar
la carne con los dientes directamente de la hoja. Además, te puedes preparar
una infusión con hojas de alcachofa, hirviendo en una taza de agua 10 hojas de
alcachofa. Recuerda no endulzar con nada para mejores resultados. Evita al
máximo utilizar cualquier tipo de azúcar, incluso el azúcar de dieta, que es
muy nocivos para el hígado. En el mercado ya venden cápsulas de alcachofa las
cuales también son apropiadas para sanar el hígado.
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